Psicología Infanto-Juvenil en Madrid
1.- Primera consulta, entrevista con los padres, niños y adolescentes
2.- Se realizará una evaluación con las pruebas psicológicas con más validez científica del mercado que nos ayudarán a elegir la mejor forma de abordar el motivo de consulta. Una vez detectados los mecanismos afectados y determinados la linea de actiación se hará una devolución de la evaluación por medio del informe de evaluación en el que se propondrá el tratamiento a seguir.
3.- Se realizarán actividades y experiencias que le enseñarán a manejar aquellas situaciones o aspectos disfuncionales o trastornos que necesiten tratamiento.
4.- Las sesiones Individuales duran: 45 minutos - 1 sesión a la semana.
Tratamos los siguientes trastornos psicológicos:
- Trastornos de conducta
- Celos
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos del sueño
- Habilidades sociales
- Acoso escolar o bullying.
- Trastornos del estado de ánimo.
Servicios de Psicología Infanto-Juvenil / Clínica en Madrid

La terapia con niños y adolescentes actúa como apoyo para que encuentren por si mismos soluciones a sus dificultades y ayudarles en su crecimiento.
El tratamiento de niños y adolescentes es global por lo que se tiene en cuenta la situación y personalidad en cada caso.
Se interviene en las sesiones respetando el ritmo del niño y adolescente. Se realizan sesiones con los padres para realizar modificación de conducta familiar cuando sea necesario.
Las sesiones con los padres son parte importante a la terapia con el niño y el adolescente para trabajar todos los elementos implicados en la educación y desarrollo el niño en una misma dirección.
Los profesionales del centro abarcamos un gran número de especializaciones para tratamientos psicológicos de todo tipo de dificultades.
Somos expertos en psicología infantil en Madrid, una disciplina a través de la cual ayudamos a padres y a hijos en la resolución de trastornos psicológicos y conflictos que pueden aparecer durante el desarrollo del niño o del adolescente con tratamientos terapéuticos personalizados y adaptados a cada caso.
Los trastornos que tratamos en la terapia que se realiza con niños y adolescentes son los siguientes:
Terapia de niños y adolescentes
Trastornos de conducta
Son aquellos problemas que tienen nuestros hijos cuando tienen dificultades para cumplir las normas que la mayoría de los niños aceptan.
Cuando un niño o adolescente presenta problemas de conducta:
No obedece a sus padres o a otros adultos, como profesores. La mayoría de los niños desobedece algunas veces, pero los menores con estos problemas desobedecen todo el tiempo y aun en situaciones donde el castigo es serio. Tiene rabietas que son mucho más frecuentes y severas que el promedio de los niños de su edad.
Se vuelven agresivos y muestran conductas destructivas. Esto puede involucrar daño a la propiedad privada, pero también puede implicar amenazas o comportamientos peligrosos, como robar.
Replican siempre, contestan mal, discuten, hacen que pequeñas situaciones parezcan más grandes de lo que son y siempre desean decir la última palabra.
No quieren cumplir con sus obligaciones diarias, como las tareas escolares y el aseo personal. Es probable que la mayoría de los adolescentes tengan sus cuartos desordenados y les cueste ayudar a hacer las tareas de la casa. Sin embargo, los adolescentes con problemas de conducta se niegan constantemente a hacer algo para ayudar y no prestan atención a la limpieza básica e higiene.
Todos los niños mienten especialmente si temen involucrarse en problemas o si realmente quieren algo desesperadamente. En el caso de los niños con problemas de conducta, ellos mienten constantemente aun cuando no hay necesidad de hacerlo.
Los niños con problemas de conducta también presentan otras conductas antisociales, como el exceso de ira y el uso de palabras vulgares; conductas ofensivas, como por ejemplo, escupir a las personas o ser indiferentes a los sentimientos de los demás.
Celos
Un niño presenta celos patológicos cuando presenta:
- Cambios de humor no justificados.
- Signos de infelicidad. Lloro frecuente sin motivo. Tristeza acompañada de manifestaciones verbales de no sentirse suficientemente querido.
- Aparición de nuevas conductas (no presentes hasta la llegada de un hermano o ya superadas) normalmente desadaptadas con el simple motivo de llamar la atención de los padres (pipi en la cama, negarse a comer, agresividad injustificada hacia objetos o animales, comportamiento social anómalo, etc.).
- Cambios en la expresión verbal y gestual. Vuelta a un lenguaje más infantil con presencia de gestos inmaduros como chuparse el dedo.
- Alteraciones en los patrones de comida (menos apetito o más selectivo con los alimentos, rechazando platos antes preferidos o se le tiene que dar la comida) y sueño (insomnio, despertar nocturno, solicitar dormir con los padres, etc.)
- Negativismo, terquedad, dificultad para obedecer. En los casos más extremos: oposicionismo, agresividad manifiesta y actitud desafiante hacia padres y compañeros.
- Negar sistemáticamente los errores propios y culpabilizar a los otros de sus problemas o actitudes (en especial al hermano objeto de celos.
Trastornos de ansiedad
Sintomas:
- Se siente inseguro, con miedos o temores.
- Muestra pensamientos negativos de inferioridad o incapacidad
- Presenta una sensación de desorganización o pérdida de control sobre el ambiente.
- Tiene dificultad para concentrarse
- Dificultad para la toma de decisiones
Tipos:
- Fobia específica
- Fobia social
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Trastorno de ansiedad generalizada
Trastornos del sueño
Son alteraciones del ciclo de sueño que no son producto de otro trastorno, como de la depresión por ejemplo.
- Pesadillas: las pesadillas empiezan a los dos años aunque sean más comunes en niños de tres a seis años de edad. Están relacionadas con el estrés y la ansiedad de los niños. Cuando son muy frecuentes, sí que se ha asociado a niños con un perfil de inseguridad por algún motivo familiar, escolar u otro. Normalmente no constituyen trastornos importantes pero sí que pueden ser objeto de asesoramiento o intervención psicológica por los efectos secundarios que pueden producir en el niño (miedo a dormirse, a la noche, a conciliar el sueño sólo, irritabilidad, ansiedad, etc).
- Terrores nocturnos: durante el episodio es habitual que el niño se siente bruscamente en la cama y comience a gritar y llorar con una expresión facial de terror y signos de intensa ansiedad. A diferencia de lo que sucede en las pesadillas, no suele despertarse fácilmente a pesar de los esfuerzos de otras personas que tratan de sacarlo del trance desagradable. Si finalmente se consigue, el niño se muestra confuso, desorientado durante unos minutos y con una cierta sensación de temor pero no tan acusado como en el caso de las pesadillas. No hay recuerdo del sueño y si no se ha despertado totalmente vuelve a dormir inmediatamente sin recuerdo de lo sucedido al día siguiente.
- Insomnio: El insomnio constituye una de las quejas más frecuentes en las consultas pediátricas y de psicología infantil. Según algunos autores, a partir de los 6 meses, se considera que un niño sufre insomnio si al menos dos veces por semana necesita más de 45 minutos para quedarse dormido, o si se despierta totalmente al menos una vez por semana, durante la noche, sin poder dormirse de nuevo.
Habilidades sociales
Las habilidades sociales son la forma en que nos comportamos y lo que decimos cuando estamos con los demás. Todos sabemos que hay "buenas maneras" y "malas maneras" de hablar a la gente. Al aprender habilidades sociales aprendemos buenas o apropiadas maneras de hacerlo. Si tenemos unas buenas habilidades sociales probablemente nos llevaremos mejor con los profesores, compañeros de clase y miembros de la familia, que alguien que no las tenga. Es importante aprender estas habilidades porque nos hacen más felices y dan como resultado menos problemas con los demás.
Existen muchos tipos diferentes de habilidades sociales:
- Hacer un elogio a alguien cuando te gusta algo de esa persona.
- Tener que decir no a un amigo cuando nos pide un favor, de forma que no se enfade.
- Hacer elogios.
- Formular quejas.
- Rechazar peticiones irracionales.
- Compartir sentimientos.
- Defender los propios derechos.
- Solicitar favores.
- Solicitar un cambio en el comportamiento de los demás.
- Resolver conflictos.
- Relacionarse el sexo opuesto.
- Tratar con los adultos.
Acoso escolar o bullying
Es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro u otra, al que elige como víctima de repetidos ataques. Está acción, negativa e intencionada, sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente pueden salir por sus propios medios.
La continuidad de estas "relaciones" provoca en las víctimas efectos claramente negativos: descenso en su autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes.
No se puede calificar de acoso escolar o "bullying" situaciones en las que un alumno o alumna se mete con otro de forma amistosa o como juego. Tampoco cuando dos estudiantes a un mismo nivel discuten, tienen una disputa o se pelean.
Cuando un niño o adolescente está sufriendo de acoso escolar o bullying:
- Se siente solo/a, infeliz, atemorizado/a, pierde autoestima y la confianza en si mismo o en si misma y en los demás.
- Puede llegar a sufrir problemas de salud somática y emocional en grados variables: en algunos casos ansiedad y /o depresión...
- Fobia a ir al centro escolar.
- Reacciones agresivas e intentos de suicidio.
- El hecho supone una pérdida de libertad y derechos del alumno/a que limita su desarrollo personal.
Trastornos del estado de ánimo
Son niños que presentan los siguientes síntomas:
- Parecen tristes, desgraciados, sin que sea necesario que se quejen de sus desgracias.
- Demuestran poco interés por las cosas, da la impresión de que se aburren con escasa capacidad para el placer.
- Se autocrítica en exceso.
- Expresa sentimientos de desadaptación.
- Dificultades para dormir.
- Temores exagerados sobre la muerte.
- Se muestran irascibles y enfadados.